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Quedan las palabras

Lyn Ellis

Cuando Jenny Teale escribió al capitán John Braithwaite, lo hizo para ayudar a los hombres valientes que luchaban tan lejos de su patria. Las cartas de John, íntimas, eróticas, amorosas, le hicieron comprender que había encontrado algo especial. Pero Jenny no se consideraba la clase de mujer de la que un hombre de acción como John pudiera enamorarse, así que rehusó decirle su nombre. Sin embargo, sus cartas se hicieron cada vez más reveladoras y apasionadas, aunque la joven se decía que aquello sólo era una fantasía.

Hasta que John volvió a casa, decidido a encontrar a la mujer que se ocultaba tras las palabras.